Toda
división de la historia en periodos cronológicos homogéneos
tiene algo de artificial. Sin embargo, en la Historia de la
Industria española una división en bloques de 50 años se
acopla con suficiente precisión a los hechos, con la virtud
de facilitar su racionalización y su estudio.
1850
- 1900. La segunda mitad del
siglo XIX vivió la extinción de un régimen de oligarquía y
caciquismo, según palabras de Joaquín Costa, con insurgencias
liberales y revolucionarias que resultaron poco fértiles. Como
epitafio, el desastre de 1898, que en realidad venía sucediendo
poco a poco durante todo el siglo. Fue un periodo en el que
España ensayó de manera muy modesta su industrialización,
pero lo hizo sin vocación decidida y, lo que es peor, sin
personas capacitadas para llevarla a cabo.
En
esta fase de la industrialización de nuestro país pueden
presentarse como fenómenos positivos:
-
El
despliegue del ferrocarril, que
fue más importante por su papel social que como dinamizador
de la industria, donde tuvo un efecto escaso y muy tardío.
-
Las
singularidades de Cataluña,
Vizcaya y Asturias, donde la industria cuajó e inició un
cambio en la mentalidad social.
1900
- 1950. El
comienzo del siglo XX no sólo coincide con un cambio en las
aspiraciones políticas de España, que pueden resumirse en
superar el impacto del 98. También lo hacen con el advenimiento,
ciertamente tímido, de la electricidad
y del automóvil. Dos tecnologías que
con el paso de los años darían forma y materia al siglo que
empezaba.
Una
coincidencia que, por sí misma, justificaría la elección de
fechas para determinar un periodo. Hay que añadir, además, que
en 1900 se crearía el Ministerio de Instrucción Pública y
Bellas Artes, del que partiría la iniciativa para reabrir
la Escuela de Ingenieros Industriales en Madrid, esta vez con
el nombre de Escuela Central de Ingenieros Industriales.
En
todo caso, es una época marcada por dos Guerras Mundiales y una
Guerra Civil en España. Y todas ellas tendrían un fuerte impacto
social y tecnológico.
1950
- 2000.
El tercer periodo cronológico no es uniforme e históricamente
está lleno de sacudidas, a veces económicas, como las crisis
del petróleo, a veces tecnológicas, como el rápido
despliegue de la electrónica en las
últimas décadas. Con todo, puede resumirse en una frase: éxito
económico.
En
España, tras la dictadura de Franco, se ha asentado un régimen
constitucional basado en el estado de derecho, que ha
permitido nuestra incorporación al proyecto
europeo y un radical cambio de coordenadas económicas.
Como
fenómenos de conjunto, hay que anotar los problemas
medioambientales y la globalización
de la comunicación y la tecnología.
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